El mate ganó más popularidad como infusión  por su gran adaptación a los gustos de diversos consumidores. La bebida tradicional tan apreciada, se transformó e innovó sus posibilidades.

De ser sólo basado en la yerba mate, ahora acepta combinaciones con distintas hierbas, cáscara de cítricos, coco, canela  y otras especies e ingredientes. A pesar de la pandemia, el mate sigue más vigente que nunca con una producción personalizada a las preferencias de cada consumidor.

La incorporación de nuevos hábitos de higiene para combatir el coronavirus, provocó que las personas optaran por adquirir cada uno su propio kit matero para seguir disfrutando la bebida y compartir igual, al menos a distancia o por medio de una videollamada.

El mate continúa siendo símbolo de encuentro con uno mismo y con los otros haya distancia o no. Aún con todos los cambios abruptos en las costumbres sociales  y culturales, la infusión continúa siendo un emblema y ritual muy arraigado.

También resulta ser una inspiración para emprendedores y futuros empresarios que encuentran en el mate una apuesta al fortalecimiento y posicionamiento de la bebida, sus propiedades y la industria.

Quienes construyen soluciones para mejorar la calidad de la yerba mate, comprenden que ese valor reside en la zona en la que fue cultivada, los distintos procesos de elaboración, el tiempo de estacionamiento, el tipo envasado, los diferentes cortes de la hoja y la composición específica de cada producción de yerba mate.

La forma en la que está hecha una yerba y cómo es su resultado final a partir del aporte que hace cada uno de los elementos que la componen, determina la textura, el sabor y los aromas que se ponen en juego al momento de tomar mate. Y por sobre todo, impacta en cómo termina siendo esa experiencia.al momento de beber la infusión.